28 septiembre 2008

Imaginación...

Siempre se ha dicho que los niños tienen mucha imaginación, que son muy fantasiosos.
Pero últimamente sin embargo, estoy algo harta de oír aquello de que con todos los juguetes que tienen, ya no saben jugar.
Puede que quien lo dice, tenga razón, pero yo me pregunto ¿y de quién es la culpa?
No sabéis la rabia que me daba cuando trabajaba en el cole, ver a niños de 5-6 años con una videoconsola de más de 200 euros; consola que encima hacia que fuera capaz de ir caminando sin levantar la cabeza de la dichosa pantalla. Pero… ¿acaso se la ha comprado él? ¿o se la han regalado?
A lo mejor deberíamos facilitar un poco a los niños, que tengan ocasiones en las que utilizar su imaginación.

María por ejemplo, a sus cinco añitos, era la típica niña que se entretenía con palos y hojas, que era capaz de escribir palabras formadas uniendo pequeñas piedrecitas, y un buen día me sorprendió con este super caracol, hecho con un trozo de plaste y un par de palitos.
¿Tienen o no tienen los niños imaginación?...

21 septiembre 2008

Erase una niña pegada a una pelota

Llegó el mes de Septiembre, y con él, la típica cuesta económica, la depresión post vacacional, los agobios, y… la vuelta al cole. Unos vuelven a mitad de mes, pero otros, por pequeñajos empiezan el primer dia del mes; imaginad lo duro que es el dia 1 de septiembre, después de haber estado todo el verano con los papás, siendo el centro de atención, con la familia, la piscina, los heladitos… y con todas las ventajas de ser el bebé de la casa,, y de repente sin previo aviso, los llevan a un lugar donde hay muchos más igual que ellos ¿y su exclusividad por ser bebé? ¿dónde queda? ¿Por qué hay más que lloran como él para llamar la atención? Y si lloran todos a la vez, y la proporción de pitufos es mucho mayor que la de adultos… ¿cómo les van a hacer caso a todos?

La verdad es que el primer día es algo traumático, pero no solo para ellos, también para los adultos; hay mamás que se solidarizan con los hijos, y lloran como si no los fueran a ver nunca más; y a mi, por ejemplo, de oirlos llorar todos a la vez, se me esfuma el poco instinto maternal que pueda tener actualmente.


A la vez que traumático, resulta divertido ver las reacciones de cada uno; hay quien entra como Pedro por su casa, sin despedirse siquiera de sus progenitores (con el supuesto desconcierto que supone eso en sus adres), y se dedica a consolar a los que incomprensiblemente lloran tanto.

Luego están los niños-mono, que hacen que tengas que emplear toda tu maña para poder separarlo de su madre, se agarra a ella como un auténtico chimpancé, y cuando consigues soltarle una mano, se agarra con la otra (cuando sea mamá el primer dia de cole iré con camiseta, las camisas no son seguras para estos casos ja ja).

Y por último, los llorones de turno, que se creen que sus papás los abandonan. Aquí viene el problema, y es como callar ese llanto; algunos con un simple abrazo, y algún que otro mimo, se da por satisfecho y te regala un momento de silencio a cambio de caricias; otros sin embargo en lugar de aferrarse a alguien, se aferran a algo, y este es el caso de Inés a la que teneís ahi arriba, mostrando sus pequeños dientes, la peque que da titulo a este post “erase una niña pegada a una pelota…” y es que la pitufilla vio en esa pelota rosa, mucho más grande que ella la compañera ideal con la que calmar sus penas, y por eso desde el primer día se pasa las horas abrazada a ella, llegando incluso a quedarse dormida mientras apoyaba su pequeña cabeza en ese enorme balón.

Pero aunque suene tan traumático esto de la vuelta al cole, mamás y papás del mundo podéis estar tranquilos, porque todos, absolutamente todos los niños han superado el mal trago, ya sea con besos, caricias, por aburrimiento o gracias a una pelota, y mañana cuando volvamos a empezar en lugar de con lágrimas, nos recibirán con una sonrisa…